LA MARCA WINTOUR

(En su suite del hotel Ritz de París)

Hace unos meses, The Wall Street Journal publicó un interesante artículo sobre la editora Anna Wintour titulado "Brand Anna".Desde el punto de vista empresarial,el periodista Joshua Levine habla de la historia de Vogue y cómo con la llegada de Anna a la edición estadounidense,ha sabido levantar un gran imperio.Levine hace ver entre lineas,algo que ya saben los que conocen a Anna Wintour: ella es la corta el bacalao en el negocio de la moda.
Una persona que con su barita mágica ha catapultado a la fama a diseñadores, modelos, fotógrafos, actores...y que si quiere arruinar el trabajo de otros lo consigue.Como es el supuesto caso de Carine Roitfeld.En dicho artículo, también nombran a la ex-editora del Vogue francés.Cuenta que surgieron rumores de que Roitfeld sería su sucesora.Unos rumores que posiblemente no serían del todo ciertos.Sin embargo, acabaría siendo destituída de su propia revista,sin saberse a día de hoy,cuáles fueron los motivos que la obligaron a abandonar su puesto de trabajo.El periodista sigue insistiendo en este tema con la declaración de un ejecutivo del Vogue francés: "ella es más creativa".En cambio,Wintour es una mujer de negocios".

Dejando los calificativos a parte, parece ser que Anna supo reaccionar a tiempo y formó un plan para hacer jaque mate a Roitfeld. Un asunto que recuerda mucho al argumento de la película "El Diablo viste de Prada".

(Durante el último desfile de Balenciaga)

Precisamente es exactamente eso,una mujer de negocios que es capaz de reunirse con el ministro de Industria francés,para apoyar económicamente a jóvenes diseñadores franceses que están empezando en la moda.De crear el CFDA para recaudar millones de dólares y asi ayudar a jóvenes talentos norteamericanos, o además, capaz de cortar una vez al año,las calles de las capitales de la moda,para tratar de "vender más moda".

Uno de los datos más curiosos que se publican,es una ilustración en que aparecen 33 personas del mundo de la moda,música ,política o arte,que lo bautizan como el "Ejército de Anna".
"Amigos poderosos de la editora,que constituyen una especie de coalición,donde la influencia de éstos se extienda más allá de las fronteras de Vogue.Y los califíca como "una red de personas totalmente conectadas".

Joshua Levine destaca una frase en grande: "en Hollywood se puede hacer una película sin la bendición de Steven Spielberg o publicar un software sin la bendición de Bill Gates, pero no se puede tener éxito en la moda sin la bendición de Anna".Ahí queda eso.